Los dos abuelos
Senos
repletos de mi pura leche
abiertos a la vida dilatada
senos para la tierra descarnada
que también se alimenta de mi pecho;
senos en las ansias de mi llanto
sedientos de la amargura de dos mundos,
senos clamorosos y rotundos,
como dos remos de vibrante canto.
Sórbete mis senos negros,
y bébete mi leche blanca,
hazle en lo profundo cruel herida
y sabrás que mis senos, negros, sanos
nutrirán también tu propia vida.
abiertos a la vida dilatada
senos para la tierra descarnada
que también se alimenta de mi pecho;
senos en las ansias de mi llanto
sedientos de la amargura de dos mundos,
senos clamorosos y rotundos,
como dos remos de vibrante canto.
Sórbete mis senos negros,
y bébete mi leche blanca,
hazle en lo profundo cruel herida
y sabrás que mis senos, negros, sanos
nutrirán también tu propia vida.
Juan Zapata Olivella
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