El Congreso brasileño acaba de aprobar una
ley que da vía libre para talar grandes extensiones de la Amazonía. Solo la
presidenta Rousseff puede vetar la ley. La presión interna está escalando en
Brasil, pero una enorme protesta global pondría en jaque su reputación
internacional. Pongámosla contra la pared para que detenga la masacre de la
Amazonía. Firma la petición y reenvíala a todos:
El Congreso de Brasil acaba de aprobar una
ley forestal catastrófica que da vía libre a los madereros y agricultores para
talar enormes extensiones de la Amazonía. Ahora, la presidenta Dilma Rousseff
es la única que puede frenar esto.
Por fortuna, estamos ante un momento muy
oportuno. En pocas semanas, Dilma auspiciará Rio+20, la mayor cumbre mundial
sobre medio ambiente. Fuentes internas afirman que ella no puede permitirse
abrir este evento presentándose como la líder que aprobó la devastación de la
selva Amazónica. Dilma se halla bajo una enorme presión ciudadana, con un 79%
de los brasileños que rechazan la nueva norma. Si ahora nos unimos a ellos,
lograremos aumentar la presión global y persuadirla para que tale la ley y no
la Amazonía.
La presidenta Rousseff tomará una decisión
en las próximas 48 horas. Actuemos ahora para que ejerza su poder de veto. Haz
clic abajo para firmar la petición urgente para frenar la masacre de la
Amazonía. Si ya has firmado, reenvía esto a todo el mundo:
La Amazonía es vital para la vida del
planeta: 20% de nuestro oxígeno viene de esta maravillosa selva, y sus bosques
juegan un papel clave en la mitigación del cambio climático. Brasil logró
reducir su tasa de deforestación un 78% entre 2004 y 2011. ¿La razón? La
anterior ley forestal, mundialmente aclamada e implementada con rigor, todo con
el apoyo de un sistema de vigilancia por satélite.
Pero esta peligrosa nueva ley podría abrir
un área del tamaño de Francia e Inglaterra combinadas a la tala y
deforestación. Además, concede amnistía a los taladores ilegales librándoles de
todos sus delitos pasados. Esta ley no solo va a provocar la devastación
forestal en Brasil, sino que también sentará un terrible precedente para otros
países. Por eso es tan importante que actuemos ahora.
Brasil se está desarrollando rápidamente,
mientras sigue luchando por sacar a millones de sus ciudadanos de la pobreza. A
pesar de la evidencia que muestra que el crecimiento económico del país no
depende de la tala de árboles, Rousseff está a punto de ceder ante el poderoso
lobby agrícola, quienes la apoyaron cuando fue elegida. Y se ha convertido en
una lucha sangrienta: activistas locales están siendo asesinados, intimidados y
silenciados. Pero algunos ex ministros y gente de todo Brasil le están enviando
un claro mensaje pidiéndole salvar la Amazonía. Ahora está en nuestras manos
unirnos a los brasileños y pedirle a Dilma que se mantenga firme.
El futuro de la selva brasileña está
pendiendo de un hilo. Pero dado que Dilma se encuentra en una situación
vulnerable frente a la opinión pública, ¡ahora podemos canalizar toda la fuerza
del poder ciudadano para lograr una victoria para nuestro planeta!
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